Es frecuente que cuando se habla del ello pensemos en el “diablito” de la consciencia y se relacione con la parte instintiva. Sin embargo hay que recordar que el instinto hace referencia a lo biológico, la fuerza biológica encontrada principalmente en los animales, por lo tanto, será correcto hablar de pulsión, pues es una fuerza que incluye lo subjetivo y lo psíquico del ser humano. Aunque el Ello es la instancia de las mociones pulsionales, también se encuentra todo lo reprimido y lo heredado, por lo tanto el Ello es todo lo inconsciente que pone en marcha al aparato psíquico. Solo podemos saber del contenido del Ello a través de los retoños de lo inconsciente estos son: síntomas, actos fallidos, sueños y lapsus, estas manifestaciones indirectas de lo inconsciente se pueden entender como formaciones de compromiso, pues gracias al mecanismo de la represión, lo inconsciente será de difícil acceso para evitar que provoque dolor y angustia en el psiquismo. Es importante mencionar que la tópica Freudiana del “Ello, Yo y Superyo” sirve como una metáfora para explicar el psiquismo, el Ello se es lo que no queremos ni podemos ver de nosotros mismos.
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