Biografía
Ruth Jane Mack Brunswick, nació el 17 de febrero de 1897, en Chicago, era la única hija del juez Julian W. Mack, un destacado filántropo judío y Jessie Fox. En 1918, asistió a Radcliffe College. Se gradúo de medicina con un enfoque en psiquiatría en Tufts Medical School, en 1922. En 1917 se casó con el cardiólogo Hermann Blumgart, quien le habló sobre el psicoanálisis.
En 1922 fue a Viena, para iniciar un análisis con Sigmund Freud, que se prolongó con interrupciones hasta 1938. Se divorció de Blumgart en 1924 y en 1928 se casó con el músico Mark Brunswick, que también estaba en el análisis de Freud. En 1925, inició la práctica del psicoanálisis. En 1926, Ruth Mack Brunswick se convirtió en miembro extraordinario, en 1929 miembro de pleno derecho de la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York, a la que siguió perteneciendo cuando fue admitida en la Sociedad Psicoanalítica de Viena, en 1930.
Desde 1930, dirigió un grupo de trabajo para la investigación de la psicosis en el instituto de enseñanza de Viena. En 1932, trabajó para Psychoanalytic Quarterly. Ruth Mack Brunswick actuó como intermediaria entre el círculo de Freud en Viena y los analistas estadounidenses. Entre sus analizados se incluyeron a Karl Menninger, Max Schur, Muriel Gardiner, Robert Fliess, René de Monchy y la actriz Myrna Loy.
Sigmund Freud, valoraba mucho sus habilidades analíticas, la refirió, junto con otros pacientes, a Sergius Pankejeff, el famoso "hombre de los lobos" a quien trató Ruth Mack Brunswick desde octubre de 1926 hasta febrero de 1927.
Con la excepción de unos pocos meses, que pasó en los Estados Unidos debido al nacimiento de su hija Mathilda, en 1929, Ruth Mack Brunswick permaneció en Viena. En 1938, los Brunswick abandonaron Viena, ocupada por los nazis, y se establecieron en la ciudad de Nueva York. Allí se unió a la Sociedad Psicoanalítica de Nueva York, impartió cursos de técnica psicoanalítica y análisis de sueños, y mantuvo una práctica privada a pesar de su salud en declive.
Además de la terapia de las psicosis, su interés estaba en el desarrollo psicosexual de la mujer. Su trabajo más importante es su artículo “La fase preedípica del desarrollo de la libido”, publicado en 1940. En 1929, en “El análisis de una manía celosa” señaló la importancia de la fase preedípica.
Debido a problemas psicosomáticos de estómago y biliares, Ruth Mack Brunswick tomó pastillas para dormir y morfina de la década de 1930, lo que eventualmente la llevó a la adicción a las drogas. Deprimida por la enfermedad, la muerte de sus padres y el divorcio definitivo de Mark Brunswick en 1945, hizo otro análisis con Hermann Nunberg en Nueva York. El 24 enero de 1946, murió tras sufrir una caída.
Teoría
La contribución central de Ruth Mack Brunswick al pensamiento psicoanalítico tiene que ver con su especial preocupación por la relación más temprana del niño con la madre. Para ella, el complejo de Edipo designa la situación del niño en el triángulo.
La diferenciación entre un complejo de Edipo activo y pasivo se remonta a Mack Brunswick. A partir de entonces, la sexualidad preedípica de la niña se convierte en el complejo de Edipo activo con la madre como objeto antes de volverse hacia el padre en el complejo de Edipo pasivo.
Envidia del pene
Ruth Mack Brunswick expresó un punto de vista diferente al de Freud: el deseo de la niña de tener hijos precedió a la envidia del pene y estaba relacionado con el deseo de poseer los atributos de la madre omnipotente. No solo es narcisista, sino que también está motivado por el deseo orientado a objetos de poseer a la madre.
La frase preedípica de la evolución de la libido
Brunswick reafirma el concepto freudiano; en el período preedípico el padre si bien está presente en el campo psicológico, no es visto como un rival en la relación con la madre, profundiza además sobre la importancia de la oposición actividad-pasividad como elemento específico de la fase preedípica.
Para Mack Brunswick, el niño empieza siendo totalmente pasivo en su relación con una madre que satisface sus necesidades y cómo, progresivamente, cada fragmento de actividad se basa en cierta medida en una identificación con la madre activa.
Las categorías (pares antitéticos) de activo/pasivo, fálico/castrado y masculino/femenino para describir los rasgos más característicos del periodo preedípico. En él se enfatiza el posicionamiento del bebé en relación a la madre según la evolución de la libido, afirmando que los rasgos de este periodo tendrán una enorme influencia en el desarrollo del Complejo de Edipo que comienza a los 3 años. Según el caso condicionarán un complejo de Edipo positivo o negativo.
A lo largo de todo el período de desarrollo de la libido existen tres grandes pares antitéticos, mezclándose, imbricándose, combinándose sin jamás coincidir totalmente, para finalmente substituirse el uno al otro; la vida del lactante y del niño pequeño se caracteriza por los dos primeros, y la del adolescente por el tercero.
Edipo en la mujer
Establece que el Edipo en la mujer, a diferencia del varón, subsiste y forma la base normal de la vida erótica de la mujer. Sostiene que una de las mayores diferencias entre los sexos es la enorme represión que sufre la sexualidad infantil en las niñas, que con frecuencia produce una severa limitación de toda su sexualidad.
Brunswick, destaca las dificultades que entraña para la niña renunciar a su primer objeto amoroso, proceso que realiza con tremenda amargura, y se libera de la madre con mayor hostilidad que el varón. El modo en que la niña logra abandonar a la madre y transferir la libido al padre, entre el apego exclusivo a la madre, por un lado, y la completa transferencia de libido al padre, por el otro, existen innumerables gradaciones de desarrollo normales y anormales. Se podría decir que el éxito parcial es la regla y no la excepción, tan grande es la proporción de mujeres cuya libido permanece fijada a la madre.
Acerca de la escena originaria
Según Ruth Mack Brunswick, la comprensión que el niño tiene del coito parental y el interés que le despierta se apoyan en sus propias experiencias corporales preedípicas con su madre y en los deseos que de ellas resultan.
Madre fálica
Según Ruth Mack Brunswick, el imago de la mujer o madre fálica se formaría para asegurar la posesión del pene por la madre y, así, aparecería probablemente en el momento en que el niño comienza a dudar de que la madre lo posea efectivamente. Con anterioridad parece más que probable que el órgano ejecutivo de la madre activa es el pecho; la idea del pene es luego proyectada retrospectivamente sobre la madre activa, una vez reconocida la importancia del falo.
Referencias
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